E! Online tuvo la oportunidad de hablar ayer con Kristen Stewart y el director de la "Welcome to the Rileys" en la premiere de la película en el Festival de Sundance.

Y es que al parecer "Welcome to the Rileys " fue un "verdadero dolor" para Kristen Stewart (literalmente hablando).
En este film indie Kristen interpreta a una stripper de 16 años que es tomada por un hombre casado interpretado por James Gandolfini.
La propia actriz reconoció ayer en la premiere de WTTR en el Festival de Sundance, que tuvo que bailar con una barra. "Llegué a tener contusiones por todas las piernas. Me machaqué entera haciéndolo".
A pesar de todo, dice que se divirtió " A medida que más lo hacía, más quería seguir haciéndolo". "Era como un extraño auto-odio".
El director, Jake Scott, dice que el set se convertía en algo íntimo cuando Stewart tenía que hacer "sus escenas de baile". "Ella estaba aterrorizada", confiesa Scott. "El club que elegimos era realmente un club de strip, y realmete tenía esa sensación de suciedad. Pero ella lo clavó".
Scott también puso en contacto a Stewart con una stripper profesional."Una de las mejores en este negocio", declara el director. "Era alguien en la que se podía confiar, nada de drogas o algo parecido, pero podía presentar a Kristen a chica que sí que lo hacían. Ella pudo dar a conocer a Kristen todo ese mundo".
Pero si lo que estáis esperando es ver a Kristen Stewart en una especie de "Showgirls", olvidadlo. "Esto no va de uns stripper", dice Scott. "Va de una chica a la que han hecho daño".
Stewart declara que " lo interesante de esta chica es que ella no es ni sofocante ni apasionada ni sexy".
En este film indie Kristen interpreta a una stripper de 16 años que es tomada por un hombre casado interpretado por James Gandolfini.
La propia actriz reconoció ayer en la premiere de WTTR en el Festival de Sundance, que tuvo que bailar con una barra. "Llegué a tener contusiones por todas las piernas. Me machaqué entera haciéndolo".
A pesar de todo, dice que se divirtió " A medida que más lo hacía, más quería seguir haciéndolo". "Era como un extraño auto-odio".
El director, Jake Scott, dice que el set se convertía en algo íntimo cuando Stewart tenía que hacer "sus escenas de baile". "Ella estaba aterrorizada", confiesa Scott. "El club que elegimos era realmente un club de strip, y realmete tenía esa sensación de suciedad. Pero ella lo clavó".
Scott también puso en contacto a Stewart con una stripper profesional."Una de las mejores en este negocio", declara el director. "Era alguien en la que se podía confiar, nada de drogas o algo parecido, pero podía presentar a Kristen a chica que sí que lo hacían. Ella pudo dar a conocer a Kristen todo ese mundo".
Pero si lo que estáis esperando es ver a Kristen Stewart en una especie de "Showgirls", olvidadlo. "Esto no va de uns stripper", dice Scott. "Va de una chica a la que han hecho daño".
Stewart declara que " lo interesante de esta chica es que ella no es ni sofocante ni apasionada ni sexy".










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